Lic. Juan Manuel Rodea Valencia
Misión Rescate México
Algunos de los chistes sexistas más recurrentes en tiempos de menos censura cultural y corrección política han sido los que tienen que ver con mujeres que son estafadas con precios más altos de lo normal, mal servicio o ambos por parte de un mecánico, eso o mínimo la protagonista del chiste quedó en ridículo ante todo el taller, y todo por carecer de conocimientos automotrices básicos o tener pinta de ello –“por ser mujer” –; ¿qué parecido le hallo con la realidad puntual del país?, verán:
En x –antes Twitter–, el alcance de la polémica alrededor de cierto reality show de personas cohabitando sin más afán que entretener que se está transmitiendo en estas fechas alcanzó 877 millones de cuentas mediante 859,000 tuits, mientras que el tema de la controversia que está desatando la arbitraria reforma al Poder Judicial propuesta por el Ejecutivo y secundada por la cámara baja del Legislativo representa el alcance de 286 millones a través de 289,000 tuits. Ni hablar de las reproducciones de TikTok que suponen 32 millones sobre el programa de televisión frente a 1.8 millones respecto al tema de la reforma.
Imaginemos que no tenemos suficientes ahorros presupuestados o un margen de crédito suficiente para adquirir un automóvil de agencia, entonces tenemos que ir a un lote de seminuevos o buscar en un espacio de clasificados en Facebook o un grupo de WhatsApp algún anuncio que represente una oferta que se ajusta a nuestro bolsillo. No es solamente la prueba de manejo y que te den las llaves para ir por primera vez a la gasolinera –no veas cuánto cuesta, no es el tema ahorita–, se trata de que manejes el coche por más tiempo para identificar bien “sus mañas” ya que estamos hablando de un vehículo usado.
Si hay una falla que detectaste, tendrás que llevarlo al taller, que le revisen el motor, las bujías, servicio de alineación y balanceo o cualquier cosa que el mecánico te diagnostique con todo el profesionalismo que le caracterice, y una vez saliendo el nuevo dilema de funcionamiento de tu vehículo va a incluir la pregunta de “¿qué tal te lo dejaron?”…, ¿ahora recuerdas por qué los anuncios por lo regular incluyen el número de dueños y kilometraje que tiene el coche?, porque de ese modo conforme las cosas vayan funcionando no tan bien va a existir la incógnita: “¿de quién es la culpa que no funcione bien tal cosa, del primer dueño, del segundo, del tercero, del primer mecánico, del segundo, del último que lo vio?”, o más intrigante aún, “¿qué tanto es culpa del dueño actual?”
Y comparaciones como la alineación y el balanceo no solamente aplican al mercado automotriz, en el caso de la vivienda –a propósito de que en la Ciudad de México ya se están haciendo adecuaciones al derecho de propiedad inmobiliaria– surgen tremendas broncas cuando un inquilino tiene una falla de plomería, electricidad o construcción y disputa con el casero quién de ellos es el que debe de ser responsable de pagar la reparación, o si le corresponde a algún inquilino anterior.
Total que muchas querellas resultantes de un mal acuerdo comercial similar a los de los ejemplos anteriores tienen que ser asistidas por un proceso legal, y así las demandas, defensas y amparos que sirven como herramientas para que los ciudadanos en una sociedad puedan usar como herramienta para garantizar el cumplimiento de sus derechos básicos dependen de todo un entramado que no cualquiera conoce, por lo que elegir quién y qué debe de formar parte de ese mecanismo resulta complicado para quien no es experto en la materia jurídica, ¿verdad?
Era grave que nos dijeran hace algunos años algunas recomendaciones –ya repetidas– como “no dejar la política en manos de los políticos”, es preocupante que se advierta actualmente una intención de desprofesionalizar uno de los tres poderes de la Unión para volverlo sumiso y que se convierta en una especie de extensión discrecional de los otros dos. Parece que está todo perdido y mucha cosas se han de definir en las próximas horas, mientras tanto, ¿qué respaldo hay para los ciudadanos?, ¿con qué medidas de seguridad se cuenta para amortiguar un impacto frontal hacia el Estado de derecho?
La moraleja de esta ocasión: si bien ya habíamos hablado de que la polémica residual es inevitable y que suele coincidir con la que surge en las coyunturas, bien nos haría estar más conscientes de que supone una pérdida de tiempo enfocarnos en temas irrelevantes y superfluos que la suelen acaparar, eso permitiría tener mejor conciencia a la hora de querer comprar un coche o una casa, puesto que antes de comprar un coche es necesario que estemos plenamente seguros a dónde queremos ir y dónde queremos vivir antes de comprar una casa.
Solo añado que cuando de verdad sea necesario que decidamos no desperdiciemos nuestra libertad de elegir optando por criterios absurdos que nos apartan de un bien mayor, y si no tenemos el poder de elegir sobre una situación, es preciso que sepamos incidir cordialmente en quienes si pueden hacerlo.
1 Fuente: Con información de OJIVA consultores y CAPISCI Análisis de Opinión Pública Digital
2 Idem